Primavera
A Papá, a quien perdimos en la primavera más triste que jamás se pueda relatar
Hay cierta tibieza en el aire que me hace añorar. Tal vez los años de infancia, en la casa de abuelos, cuando el fondo era el mundo y los juegos, realidad. O esos años de adolescencia, de club, de amistad de fuego y de promesas a la eternidad. Después, otras primaveras más abruptas (y menos entrañables) me sorprendieron al otro lado del planeta.
Y hoy siento en el pecho esa víspera del verano latiendo con vehemencia.
Comentarios
Te mando un beso graaande
Beso gordo