Jardín Japonés





Perdidos entre bonsais y jardines zen, impregandos de un orientalismo cautivante y embriagador, fuimos violentamente devueltos a la triste circunstancia nacional, gracias al relato de un taxista.
Ahora, que pasaron unas horas, los desatinos de una dirigencia ciega de necedad, encandilada por la ilusión del poder absoluto, se deshacen con el viento. Lo único que sé y que guardo es la paz de esos diseños verde ocres. Los jardines de la armonía.
Ahora, que pasaron unas horas, los desatinos de una dirigencia ciega de necedad, encandilada por la ilusión del poder absoluto, se deshacen con el viento. Lo único que sé y que guardo es la paz de esos diseños verde ocres. Los jardines de la armonía.
Comentarios
haces muy bien: quedarte con esa armonia para este fin de semana es una muy buena decision. un beso.
Beso!
Te mando un besote!