Iván crece

Ahora, que cada vez que vuelvo del trabajo, te tirás a la teta. Ahora, que cuando vas al parque con la abuela, jugás con tu amiga Martina y la despedís con un besito en la  boca. Ahora, que empezamos a buscar un lugar fuera de casa para que dentro de unos cuántos meses, también compartas con otros pares. Ahora que te enojás cuando no decimos lo que querés escuchar y hacés berrinche para buscar los bordes de nuestra paciencia, que no es otra cosa que el límite necesario. Ahora que con tu papá te vemos tan grande y te sentimos tan pequeñito, nuestro milagro más inmenso.



Es como cuando vas en el triciclo: vos manejás el manubrio y le das de vez en cuando a los pedales, pero todavía exigís alguna de nuestras manos en la manija.

Comentarios

Entradas populares