Sueltos mañaneros

Golpeo el pensamiento que se arremolina
contra sombras escuálidas de terciopelo viejo
Vanaglorio trazos ajenos
de iniquidades de carne y hueso.
***

Sin labios para besar
ni bocas que alimentar
ni dientes para morder
sin lengua para saborear.
***

El límite es un borde rojo
que destella naranjas
inaugurando un horizonte
de nueva luz de vida.

Comentarios

Luciano dijo…
Decíame que no leia más poesía, pero es mentira.
:)
Saludos.
Bloga dijo…
Oiga, qué lindo leerlo siempre recordado Motonet!!! Me paso más tarde a ver qué es de su blog y de ud. Beso!

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