De reencuentros
Como corrientes que te llevan y te traen, me gusta pensar así la amistad. No como un compartimento estanco, como una agenda llena de citas y conmemoraciones, de encuentros puntuales y desencuentros nulos.
Hoy me reencontré con una amiga que no veía desde hacía más de 8 años. Probablemente, más aún. Y recorrer los últimos años de nuestras vidas, así desordenada y efusivamente, fue como un torbellino de esos que te dejan pensando. En tu historia, en la del otro, en el punto en el que se juntan y se crea algo: un momento, una sonrisa, un abrazo.
Todas las calles que crucé hasta volver a verla me habrán hecho otra. O tal vez la misma más cruzada. No lo sé. Pero me quedo con la placidez de su beba esbozando las primeras sonrisas mientras las dos nos interrumpimos y nos miramos y nos reimos.
Hoy me reencontré con una amiga que no veía desde hacía más de 8 años. Probablemente, más aún. Y recorrer los últimos años de nuestras vidas, así desordenada y efusivamente, fue como un torbellino de esos que te dejan pensando. En tu historia, en la del otro, en el punto en el que se juntan y se crea algo: un momento, una sonrisa, un abrazo.
Todas las calles que crucé hasta volver a verla me habrán hecho otra. O tal vez la misma más cruzada. No lo sé. Pero me quedo con la placidez de su beba esbozando las primeras sonrisas mientras las dos nos interrumpimos y nos miramos y nos reimos.
Comentarios
Entiendo lo que querés decir, el cambio es inevitalbe y es hasta deseable.
El problema es cuando pese a la amistad, mas alla de los protagonistas, te encontras con algunas reacciones desconocidas.
Eso nada más. Cuesta.
Ahora justamente acaba de aparecer alguien en mi vida que no veo hace muchos años. QUe sea por email hace todo un poco más raro todo.
Y no sé qué hacer ni que decir. Es artificial.
Suerte, beso!