Latitud Sur

Ir y venir.
Saltar charcos con la misma facilidad con la que se rozan las copas de los árboles con los cables de alta tensión.
Mitología urbana. Fantasía de relojes en perpetuo y ominoso vaivén de agujas.
Manchas de humedad en paredes borrosas y un trueno que parte el instante y un perro que olvida ladridos en el aire.

Pampas inacabables más allá del cemento y un océano violento y marrón que besa el río.
Todo esto es Buenos Aires en esta otra (nueva) vuelta.

Tenía ganas de llegar a casa.

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